El apóstol

Esteban siempre fue una persona sensata. Sus amigos se preguntaban que le hizo anclarse en aquella secta. No sabían que sus reflexiones lo hacían buscar el camino de una iluminación espiritual. Un día escuchó hablar del maestro. Un hombre que se autoproclamaba la reencarnación de una divinidad. Al principio, el mensaje del gurú era sobre amor y liberación. Después, con el paso del tiempo, se volvió de un tono más oscuro y misterioso. Su carisma arrastraba consigo a un puñado de feligreses, que veían en Hierofante su tabla de salvación, su entrada al reino del cielo. Su doctrina abarcaba desde la astrología, hasta los extraterrestres. Sus prácticas de liberación del ego fascinaron a Esteban. Con el trascurrir de algunos años se convirtió en uno de los doce apóstoles que estarían cercanos al maestro; uno de los dirigentes de La Orden Del Sol Interior.  

Llegó la fecha indicada. En la noche el maestro trascendería su estado físico a un plano de conciencia pleno y universal. Los doce apóstoles junto a los demás seguidores se irían con él a la dimensión increada del Ain Soph; allí de donde habían manado las diez Sefirot.

«¿Qué pasa que aún no llega Esteban?», pensó el Hierofante ocultando sus ya marcados signos de ansiedad. Todos llevaban sus sagradas vestiduras. «No esperaría una traición de su parte a estas alturas».

Pronto se oyó un sonido en la puerta. Era él. Todos tenían el veneno divino sobre la mesa. Después de aquella gran cena se despedirían del plano físico. Un suicidio colectivo les conduciría a la salvación. Pero alguien irrumpió en la puerta con violencia. Era la policía. El Hierofante lanzó a Esteban una mirada despreciativa. El apóstol sostuvo su mirada con un respiro de alivio, y entonces sonrió.

La puerta

DALL·E 2023-02-23 23.46.08 - A mysterious door like Lovecraft style yogsothothLucy Qin vio la puerta a través de sus experiencias de arqueología psíquica. Ella exploraba —con su mente conectada a las secuencias cuánticas de los satélites de expansión mental—, la naturaleza de la puerta. Buscaba una manera de trasgredir la realidad. Estudiaba las múltiples formas en que los antiguos humanos llamaron a la puerta. Pensaba que en el subconsciente, en el llamado mundo de los sueños, se encontraba la llave que permitiría acceder a ella. Allí, presente, pasado y futuro se encuentran interconectados, así como sus posibles variaciones y duplicados. Había estado obsesionada con Yog-Sothoth desde que conoció la historia del Necronomicón. Una tarde, logró obtener en un sueño la llave de plata, viendo atónita en el umbral del sueño como aparecía Umr At-Tawil, el avatar. Este le permitió el paso hasta la última puerta, donde se encontraban todos los secretos del universo; donde yacía incomprendido Yog-Sothoth. Escuchó con algo de espanto las flautas de Azathoth, el dios informe. Allí se le concedió la dicha de viajar por las dimensiones y las edades pretéritas. Al fin, debido a su sed de conocimiento y la tardanza en las dimensiones, las puertas de Yog-Sothoth se cerraron tras de sí como malévolas fauces, dejándola atrapada en un universo paralelo. Trascurrieron algunos años desde su desaparición, hasta que sucedió el extraño contacto.

«¡Ayuda! ¡Ayuda!, soy Lucy», surgió una frecuencia de radio con voz femenina desde un viejo satélite en desuso que se había activado misteriosamente. Algunos científicos creyeron que había sido hackeado con radiofrecuencias, quizás por alguna inteligencia alienígena. Este hacía tiempo que orbitaba la tierra como basura estelar. La voz Insistía. Movía sus ondas mentales a través de Yog-Sothoth: «Hola Tierra, soy Lucy… Estoy atrapada en un universo paralelo, si conectan esta frecuencia a los satélites de expansión mental, podré acceder a la llave y abrir la puerta.  Regresaré. Si tengo éxito, las puertas del Espacio Tiempo no serán más un misterio… ¡Logré hackear el universo!»

Fin

Salpica tu locura

No sé cuándo empezó todo. De niño era normal, en mi corazón palpitaba una dulce tranquilidad y quietud. Tenía una disposición alegre y jovial hacia la vida, y un natural gusto por la compañía. Después, al crecer, mi juvenil curiosidad y sensibilidad me llevaron a los libros y la soledad. En ellos me refugiaba del mundo real, al cual con el tiempo empecé aborrecer. Se encontraba vacío de propósito.

Siempre me he preguntado cómo es que una persona deja de ser la misma en el Resultado de imagen para splatterpunk Illustrationtrascurso de su existencia. ¿Por qué pasamos siendo uno sólo por tantas trasformaciones? ¿Por qué mi Yo de ayer no es el mismo de hoy, siendo el mismo?  Es como recordar aquella famosa frase de Heráclito: nadie se baña dos veces en el mismo río. Mi Ser pasaba y cambiaba con ese río.  Me di cuenta que algunos de  los que fueron mis mejores amigos en el pasado, ya nada teníamos que ver uno con el otro.  Nuestros ríos individuales dirigían cada uno su cauce hacia sus propios destinos.

Ahora, después de mis últimos hechos no soy tampoco el mismo. He cambiado, de una triste manera he retomado mi calma y mi capacidad reflexiva. Tal vez se deba a las cuatro paredes de esta prisión Psiquiátrica. Es por todos sabido que la reclusión lleva a la reflexión. Esas voces que surgieron en mi cabeza en mi adultez, fueron el torrente de lluvia que derramó el río. Su cauce del cambió destruyó mis nervios, de algún modo ese ya no era yo. Recuerdo como esas voces murmuraban tantas cosas abominables a mi cabeza, pero mi Ser –antes bueno- se regocijaba con aquellos pensamientos que afloraron mi maldad interior.

Sí, lo confieso, disfruté aquella noche mientras los degollaba, poseedor de una fuerza sobrenatural que me impulsaba. Cuando mi voz interior me dictó el asesinato, entré silencioso y con ingenio a la habitación de hotel donde se hospedaba la banda. Su música me repugnaba, ellos trataron de defenderse, pero mi cuchillo penetró una y otra vez sus blandengues entrañas. Mi rapidez fue sorprendente, las paredes blancas quedaron salpicadas como un lienzo por los “ríos de sangre de mi locura”—es irónico, así se llamaba una de sus canciones—.  Esta noche, salpicará también mi propia sangre, entre el piso y las paredes de está insana habitación.

El club de los accidentados

«Yo pensaba que esto era sólo cosa del cine, salido de la mente retorcida de algún director que buscaba explotar su talento con una pujante originalidad. ¡Pero no! Esto no era obra de David Cronenberg, ni su adaptación al cine de la novela de Ballard, realmente está pasando tras bastidores. La vida en el anonimato siempre encierra muchos misterios y libertades o, mejor dicho, libertinaje».

Así escribía en su informe el detective Carlos Valdez, que investigaba un extraño caso crash-mondo-vinyl-coverjunto a un equipo de informáticos, que buscaban pistas de un peculiar y enfermizo club; cuyos miembros se citaban en páginas inaccesibles del internet. La Deep Web era caldo de cultivo para todo tipo de parafilias y perversiones Él una vez desmanteló una red de trata de blancas que hacía sus ofertas en esa web; pero los políticos europeos nunca fueron mencionados.

Él buscaba el cabecilla de aquella organización que le había salpicado muy cerca. Su hermana murió en un accidente de tránsito después de varios extraños accidentes, que venían ocurriéndole desde que venía frecuentando un extraño colectivo y sus reuniones nocturnas. Su cuerpo era ya una aleación de carne y clavos de metal y ella parecía disfrutarlo; con un extraño comportamiento sexual.

—Está secta tiene sus días contados —murmuró a su compañero Valdez, mientras se enganchaba el arma—. Este tipo odiará el día que nació y su fetichista manipulación sobre los demás.

Esa noche todo estaba claro. El lugar de reunión era en una vieja pista de carreras abandonada que utilizaban para sus colisiones. Valdez vería al maestro a la cara para hacerlo pagar. Al llegar, una multitud vociferaba: «¡El maestro ha muerto! ¡Se hizo inmortal!». Valdez, sorprendido, sacó del auto aplastado el cuerpo del jefe de tránsito.

El conjuro que anula a los dioses

Al principio todo era oscuridad y la simiente de Brahman descansaba comprimida dentro del huevo divino. Luego, la Nada respiró un nuevo Manvantara que se desperezó lentamente junto al bostezo de Brahman, Yaya, Viracocha… el Ain Soph. El de los muchos nombres tejió con su sueño el universo y los dioses primarios; luego, los Resultado de imagen para god, Jesus Mahoma and Buddha images, luciferexpulsó de su seno con una gran explosión. El Manvantara se expandió con gran elasticidad y los dioses comenzaron a repartirse los mundos, las estrellas y los dominios del espacio recóndito. Cuando el hombre comenzó a imaginar fueron seducidos por los dioses con alineaciones de estrellas, el sol, la luna etc., y se repartieron las ciudades. Los más oscuros tomaron la era de la imaginación ascendente y dieron paso a las pirámides, hasta que los del Olimpo lo destronaron e hicieron el pensamiento más sofisticado y atrevido. Pero ellos no eran eternos. De eso se dieron cuenta los nuevos dioses que vieron desaparecer el Olimpo ante sus narices. Ahora los antiguos antagonistas estaban alarmados.

—Después que somos servidos por los hombres debemos mantener la antorcha de su fe encendida. Si se apaga, nosotros también nos esfumaremos como quimera —exclamó Jehová-Allah con un blanco esplendor detrás de Jesús, Mahoma y Buda.

—!Tu preocupación abruma mi corazón! —dijo Buda—. Pues eres el único de nosotros que más esperanza tiene de vivir; eres adorado por tres corrientes religiosas.

—Mientras expandamos a capa y espada las religiones, con fanatismo, habrá esperanza —dijo Mahoma con una ligera sonrisa mientras Jesús callaba meditabundo. Entonces, de entre las cortinas de diamantino fuego, apareció Lucifer:

—!Oh por Brahman! !Qué he hecho! Regalé ciencia a los hombres y ahora reniegan de nosotros. No nos desplazarán los dioses que están a la espera, si no el hombre mismo; la diabólica ciencia y su despertar ateo. Desde ya comienza la cuenta regresiva.

El cielo vs. La Tierra

¡Cuánto tikillers_from_spaceempo hemos esperado esta película! Nosotros, los oprimidos por la tiranía del cielo; nosotros, que hemos sido abandonados hace tiempo en calidad de huérfanos celestiales. Sí, hoy veremos arder el cielo con el fragor de nuestros misiles. —Tronó una voz en el campo de batalla. Los Ángeles surcaban el viento cercenando algunas cabezas humanas como si fuese el día del juicio final. Relámpagos, rayos y truenos combatían como auxiliares del cielo; las fuerzas meteorológicas no respondían a las máquinas de los hombres que habían llegado a controlar el clima, hace algunas centurias atrás; pero todo el arsenal mundial se levantó en contra de aquel trono que había permanecido invisible hacía ya muchas plegarias.

—¡Liberemos nuestros monstruos! —Rugió un general, sacando un artefacto proyector de pesadillas del cual se cristalizaron toda clase de espectros: zombies, ninjas, hombres lobos; pulpos gigantes, en fin, toda clase de vejaciones consagradas al cielo. Especies de Jason y Freddy Krueger hicieron caer en batalla a muchos Ángeles. Los tentáculos de los pulpos intentaban en las alturas arrancar de los cielos los tronos de los querubines.

—¡Es hora de un escarmiento mayor! —Bramó un arcángel, abriendo la puerta de los espacios interestelares; a través de la cual pasaron sus ayudantes apocalípticos: una flotilla de ovnis con armas fulminantes que enseguida arremetió contra los tentáculos que causaban estragos en la Mansión Celestial. Algunos tronos cayeron sobre la cabeza de pelotones humanos, que ardieron bajo ellos igual a chispas infernales. Y como si fuera poco, algunos huevos se incubaban velozmente dentro de las naves interestelares, que rápido lo descargaron sobre la tierra, engendrando peligrosos alienígenas los cuales en cuestión de días, habían mermado la clase guerrera terrestre, que en menos de una semana, ya había desistido de su bélica vanidad… Entonces el cielo, regresó a su lejanía.

Universo serie B

—¿No te das cuenta Richard que toda la vida ha sido una extraña trama? —preguntó filosófico Stevenson mientras se aferraba sospechosamente a su botella.
—¿A qué te refieres? —Devolvió Richard con otra pregunta, pensando que aquella fue fruto de un estado alcohólico.
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—¡Tonto! A la vida misma; a los átomos y las moléculas; a las matemáticas; a la confrontación diminuta que dio vida al ser. A todo eso pequeño que formó tiránicamente al universo, a ese fantasma que nos ha encerrado en esta prisión de carne y huesos, a eso me refiero. Y hay más aún; ¿Quién sabe cuan culpable es de nuestros horrores la panspermia? Sabe Dios cuantas fantasías lejanas ha contagiado en nuestras mentes; y hablando de Dios ¿Acaso ese deseo innato de eternidad no fue insertado en nosotros para torturarnos, sabiendo el cielo que hemos de desparecer para siempre?
¡Me extraña que salgan de ti ideas tan pesimistas! Con lo espiritual que sueles ser —respondió Richard con una extrañeza en el rostro descansando sus codos sobre la barra.
—¡Es que no me has entendido! El universo seguirá siendo espiritualmente horroroso, una especie de sádico que nos ha hecho para reírse eternamente de nuestra breve llama. Somos actores de una cósmica película serie B que se está rodando a diario para complacer el mal gusto de alguien más allá de nuestro entendimiento. En esta perspectiva, el mundo puede ser una especie de ruleta rusa, que mientras gira nos acerca a las fauces de algún demonio estelar en esa loca oscuridad llamada espacio exterior.
…Esta escena, igual que toda la película, fue rodada pretendiendo ser una pieza de cine arte independiente, exhibida en la pantalla grande; y la gente se aburría de tanta mierda, mientras el mundo seguía girando.