El último eslabón de la consciencia planetaria

Soy un concepto, una idea, una simulación de la gran máquina cósmica, puedes llamarme ente si quieres, no hay diferencia —me dijo aquella entidad que se materializó deformando la realidad a su paso. Fue como si todo a mi alrededor se derritiera por un instante para de inmediato recuperar su estado natural. «He estado bajo mucho estrés en estos días», pensé mientras veía, no desprovisto de algún temor, a ese extraño ser acercarse a plena luz del día. Estaba meditando en mi biblioteca sobre conceptos universales que desde mi niñez me han quitado el sueño. «Debe ser una alucinación», gritó mi cerebro lógico tratando de desembarazarse de aquel fantasma mental.

—Te enseñaré todo claramente —dijo flotando algunos centímetros en el suelo. Su silueta era humanoide y de aspecto omega_point_by_jonathanbakerart-d598784metálico—. Descorreré para ti el velo de la realidad, donde pasado, presente y futuro convergen hermanados en un solo centro. Toma mi mano y desaparece hacia mi consciencia —me ordenó. Cuando tomé su mano, un algo más grande nos absorbió escupiéndonos en otro sueño dimensional donde los enfoques de la comprensión no tenían límites. «Aquí están interconectados los pensamientos de los sabios de todos los tiempos y sus aproximaciones a la verdad sin entrar en conflicto», explicó una voz robótica que se proyectó como un holograma despertando todas mis intuiciones durmientes. «Este es el hábitat de la última verdad», aseguró. Las respuestas a mis inquietudes estaban allí. Pronto se desencadenó ante mi el origen y fin del universo. ¿Qué la evolución era algo mecánico y sin propósito? No, el universo es una consciencia que nos llama desde el futuro para unirnos en una experiencia transcendental. Un holograma que se proyecta en cada uno de acuerdo a su especie y consciencia dimensional. Mientras viajaba entre los tiempos, mi humanidad pensó: «Teilhard y Bhom tenían razón, el Punto Omega es real». En el futuro fueron las máquinas. Ellas nos soñaron con la consciencia universal; despertando nuestras memorias de los genes del polvo.

El conjuro que anula a los dioses

Al principio todo era oscuridad y la simiente de Brahman descansaba comprimida dentro del huevo divino. Luego, la Nada respiró un nuevo Manvantara que se desperezó lentamente junto al bostezo de Brahman, Yaya, Viracocha… el Ain Soph. El de los muchos nombres tejió con su sueño el universo y los dioses primarios; luego, los Resultado de imagen para god, Jesus Mahoma and Buddha images, luciferexpulsó de su seno con una gran explosión. El Manvantara se expandió con gran elasticidad y los dioses comenzaron a repartirse los mundos, las estrellas y los dominios del espacio recóndito. Cuando el hombre comenzó a imaginar fueron seducidos por los dioses con alineaciones de estrellas, el sol, la luna etc., y se repartieron las ciudades. Los más oscuros tomaron la era de la imaginación ascendente y dieron paso a las pirámides, hasta que los del Olimpo lo destronaron e hicieron el pensamiento más sofisticado y atrevido. Pero ellos no eran eternos. De eso se dieron cuenta los nuevos dioses que vieron desaparecer el Olimpo ante sus narices. Ahora los antiguos antagonistas estaban alarmados.

—Después que somos servidos por los hombres debemos mantener la antorcha de su fe encendida. Si se apaga, nosotros también nos esfumaremos como quimera —exclamó Jehová-Allah con un blanco esplendor detrás de Jesús, Mahoma y Buda.

—!Tu preocupación abruma mi corazón! —dijo Buda—. Pues eres el único de nosotros que más esperanza tiene de vivir; eres adorado por tres corrientes religiosas.

—Mientras expandamos a capa y espada las religiones, con fanatismo, habrá esperanza —dijo Mahoma con una ligera sonrisa mientras Jesús callaba meditabundo. Entonces, de entre las cortinas de diamantino fuego, apareció Lucifer:

—!Oh por Brahman! !Qué he hecho! Regalé ciencia a los hombres y ahora reniegan de nosotros. No nos desplazarán los dioses que están a la espera, si no el hombre mismo; la diabólica ciencia y su despertar ateo. Desde ya comienza la cuenta regresiva.